
Ella acariciaba suavemente su pecho (el de ella). Mientras él, lo abrazaba por la espalda y le besaba el cuello (a él). (Ella y él) descubrían nuevas formas de placer. Ella y él, se cobraban una nueva víctima. (Ella y él) se miraron con los ojos encendidos, supieron al instante qué debían hacer. Ella la besó, él lo beso. (Ella), ella, (él) y él cada vez más cerca. Ocho manos y ocho piernas bailan en el centro del universo, donde no existe el pecado. Así nacen los ángeles.
3 comentarios:
volvió una noche
che! que inviten a la partuza, semos mas, semos mejor!
¡vamos todos juntos hagamos una fiesta! (un crack el Topo Gigio)
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