Instante fugaz de belleza eterna,
pequeño tesoro.
Llaves
que guarda el duende
de las noches sin luna.
Toda espina esconde una rosa.

Jan

Hoy ya no soy yo

Todo da vueltas para siempre ser lo mismo,
excepto hoy.
Hoy no;
no voy a justificarme,
ni a usar palabras que acaricien;
no voy a ser sutil.
Hoy voy a violar tu nombre.
Hoy voy a arrancarte del mundo.
Voy a sacudir tus entrañas,
gritarte mi verdad en la cara.
Como un animal,
voy a aprovecharme de tu miedo.
Planear el crimen perfecto
que mancille tu fingida inocencia.
Dar batalla a todo tu ejército.
Voy a vencer cualquier resistencia.
Voy a vitorear esta pequeña revolución
cuando ya esté adentro tuyo,
mirándome desde tus ojos,
y no puedas decir que no.

Jan

Descubrimientos

Muy adentro,
bien abajo,
casi imperceptiblemente...
tu luz brilla en mí
hasta encandilarme.

Jan

Noches lunas

La noche me abandonó sin dejar siquiera una carta de despedida sobre la mesa de luz. Me abandonó sin dejar un beso sobre la almohada, o una nota en la heladera. Se fue y dejó las llaves colgadas en la cocina.
La noche me abandonó y ya no tengo la paz de sus piernas infinitas enseñándome a volar entre sueños. Ya no tengo su barba apenas crecida que me irrita los labios cada vez que me besa. No tengo sus manitos diminutas que apenas encierran mi pulgar descubriendo un nuevo universo. No tengo su maullido y el suave tacto de su pelo a la madrugada reclamándome atención.
La noche me abandonó y se llevó su perfume que me enloquecía hasta hacerme olvidar quién soy. Ya no su aliento a vino gimiéndome en la espalda. Ya no el sudor frío sobre la frente que llega y se va como la fiebre.
La noche me abandonó y no soporto los tibios rayos de sol entrando por la ventana. Me escondo bajo las sábanas y una imperceptible lágrima nace de mis ojos. El olor a café recién hecho anuncia una nueva mañana. ¡Qué difícil la noche sin poder respirarla!.

La noche

Entre las sábanas aburridas y limpias mi cuerpo te está transpirando. Tus ojos me sorprenden en cada rincón de esta pieza solitaria. Quisiera echarte de mis ganas, pero mágicamente siempre encuentro un motivo para que vuelvas. Mis manos no pueden olvidarse de tu piel, y yo no puedo escaparme de mi suerte.
Tan cerca, tan lejos, tanta belleza desparramada en el piso. Brillabas, flotabas en otro sueño; mientras yo jugaba sin un as escondido en la manga.

Jan

Estados alterados

Avanzan los tigres
rodeando a su presa,
rodeándome.
Los tigres muestran los dientes,
un relámpago de luna destella sobre el marfil.
Los tigres con ojos rojos
que hielan mi propia sangre.
Tigres en mis pupilas dilatadas.
Tigres hambrientos de mi miedo.
Un círculo de fuego me defiende,
una cruz de sal me salva.
Paredes de azul se alzan.
Entonces, el dragón cruza los cielos
escupiendo lluvia;
llorando su condena a no poder existir.
Un milagro invertido,
un Apocalipsis que siembra vida.
La historia contada al revés.
El ritual se repite.
Otro hombre empieza.
Las voces celebran, advierten el mañana.
Una danza que nace.
La muerte del carnaval.
El peligro pasa y la paz vuelve...el silencio

Dicen que...

No hay amores imposibles.
De vez en cuando,
el sol y la luna hacen el amor.
Entonces,
el mundo
contempla maravillado el espectáculo de un eclipse.

Jan

Siempre la misma historia

Es casi como el silencio antes de la tormenta. Un muro de palabras que se levanta a mi alrededor y gira en círculos frente a mis ojos. Tanteo casi a ciegas formas provocativas, palabras que me seduzcan, palabras libres para mezclarse con otras. Viene como un vómito, como una oleada imparable. No es sereno, no es algo hermoso; es más bien un fuego que va creciendo desde la médula y estalla en las manos, en el cerebro que empieza a agitarse, a desatar una lucha de poder entre él y el resto del cuerpo. Así surge una vez más esta pequeña revolución comandada por un ejército de letras. No hay armonía, no hay paz, es casi una necesidad inmediata, una invitación al sexo con los dioses. Entonces veo lo que la soledad ve en el espejo, me voy del otro lado del mundo. Voy bajando la guardia, me dejo llevar, trago una cucharada de lo inevitable. Al final es solamente un murmullo, un último secreto. Después se duerme y me deja volver a ser lo que nunca soy.

Jan

Manifiesto

Grito, vomito, me asfixio, me vierto, me pierdo
me derramo, corto y reparto, me quemo
lloro, pateo, pienso, desmenuzo
me rompo, me armo, me ajusto
no me acostumbro, no me convenzo
me repito, me digo, me nombro
toco y me voy, me quedo
tiemblo, temo, creo
sueño, miento, relamo un verso
escribo cuerpos, cuento finales
corrompo, me entrego, termino
empiezo, retuerzo, exprimo
amo con excepciones, escupo el espejo
me corto las alas, consumo esperanza
nazco, me mato, me entierro, desgarro
esquivo, desafío, doy mi mejor golpe
gano, cierro heridas, abro cicatrices
cambio de forma, amanezco
trago días y noches
muestro los dientes, clavo las uñas
vuelo bajo, me sumerjo, descubro
abro puertas, tropiezo, proclamo libertades
construyo, derribo, aprendo
camino, me invento, sangro.
...Soy

Jan

Porqué la noche es así

Empieza con una mirada, se reconocen entre la multitud cuando nace la noche, mientras la gente camina como si nada, mientras el mundo sigue girando.
Sus ojos se buscan, se enfrentan y así empieza el duelo, la batalla de los cuerpos. Se acercan como el silencio antes de la lluvia, como un oráculo que predice una catástrofe. Ellos son los amantes eternos cansados de la eternidad, inventando un nuevo final para su historia, que siempre es el mismo.
Mientras avanzan empiezan a dilatar los poros, afilan las lanzas para clavarse en el costado, envenenan su saliva. Se desafían con los cinco sentidos puestos en alerta, como dos animales enjaulados, se muestran los dientes antes de entregarse al amor. Huelen el peligro en sus cuerpos, se mueven casi por instinto. Se estudian de cerca, se aprenden de memoria, sincronizan su respiración en el instante previo al primer contacto. Una lenta cuenta regresiva, 3, 2, 1. fuego.
Dos bocas, que pueden ser las mismas pero juegan a ser otras. Dos lenguas que se desdibujan en una cinta de Moebius. Cuatro manos que se pierden en la curva de la espalda. Empieza la danza loca del encuentro. Acortando los prólogos se zambullen mutuamente en sus secretos, se desgarran el alma a jirones. Música loca de gemidos. Caricias que son música para los dioses, que complacidos, derraman su néctar sobre ellos. Y el deseo estalla como el mar furioso que rompe contra las rocas.
Cae la luna, comienza un nuevo día. Entonces, se abrazan en un último suspiro final, entendiendo y aceptando lo inevitable. ¿Quién dijo que el amor no mata? Y así mueren para empezar a vivir en el otro. Mueren sabiendo que van a volver a encontrarse mañana, con otros cuerpos, en otro lugar. Mueren para que el ritual pueda volver a empezar con la magia de lo cotidiano... porqué la noche es así.

Jan

Tu error favorito

El lado oscuro, la cara oculta de la luna.
Un salvavidas de plomo.
Las palabras no dichas, el secreto que nunca se revela.
Las ojeras que tratás de tapar con maquillaje al otro día.
El verdugo que cura tus heridas para volver a abrirlas.
Las rejas invisibles de la libertad.
El néctar de los dioses envenenado.
Una serpiente mordiéndose la cola.
La atracción inevitable del abismo.
Todo lo que nunca serías, el espejo en el espejo.

Jan

Alma de diamante

Alma de diamante
con esqueleto de carbón.
Nada es lo que parece.
Para llegar a dónde queremos
hace falta romper la piedra.

Todo el mundo alguna vez lastima,
así conocemos el placer.

Alma de diamante
que cabe en el cuenco de mi mano.
Pequeño universo,
luz infinita.

Si el espejo es de agua,
cuando el reflejo sea acariciado
indefectiblemente se deformará la imagen.
Aquel que no huya,
aquel que sonría también frente a lo que ve,
tendrá la llave,
conocerá la verdad.

Tus ojos todavía no me dejan dormir.

Alma de diamante
brillando oculta...sigue esperando.

Jan