miércoles, mayo 03, 2006

La noche


Entre las sábanas aburridas y limpias mi cuerpo te está transpirando. Tus ojos me sorprenden en cada rincón de esta pieza solitaria. Quisiera echarte de mis ganas, pero mágicamente siempre encuentro un motivo para que vuelvas. Mis manos no pueden olvidarse de tu piel, y yo no puedo escaparme de mi suerte.
Tan cerca, tan lejos, tanta belleza desparramada en el piso. Brillabas, flotabas en otro sueño; mientras yo jugaba sin un as escondido en la manga.
Jan

5 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Crisística

Yo lo veo.
Me veo.
Desde la vejez.
Recuerdo lo que seré.
Lo que será.
Se estará peleando con él,
conmigo.
Solo y en la ventana.
Remolino de botellas.
La gente se ríe de las cosas de que me reía.
Se ríe de mi.
Me lloro de mi.
Es que no pude. Otra vez.
Me propuse no poder.
Y no pude.
Y pude.
Las venas quieren saltar como en un suicidio de la sangre.
Y me arreglo la memoria y falla hasta el olvido.
Los bares vacíos.
El vaso lleno.
El gallego bajo el último foquito.
Llenando el balde.
Entre las sillas dadas vuelta.
Tratando alcanzar el techo.





Me voy amaneciendo.
Y se va.
Sollozo del cielo.
El peso del color sobre su espalda.
Sobre mis hombros.
Y llego amanecido.
Sufriendo lo no hecho.
Como un reloj de sol torcido. Y en la sombra.
Esperando que llegue y no me salve mi propio veneno.
Mi inútil tristeza.
Mi cuerpo de hoy.
La húmeda historia de los charcos.
Y resbalar por la piel del alma.
Y jugar como si no fuera un juego. Y volver a reír.
Y despertar.
Ver entre los ojos cerrados que el viejo se fue,
y que queda un flaco despeinado. Solo.
Que mira serio un domingo de resaca.
Que refriega los puños con sus ojos.
Pegoteando a las penas que ya fueron lloradas.
Y él mira:
Sus lagañas entre los muebles.
La cama desarreglada pero bastante hecha.
Toda su vida que le fue muriendo.
Y el inmenso recorrido que le queda por frustrar.
Y por aprender.
Lo que nunca va aprender.
Ahora se terminan de pelear los párpados
del otro lado del azogue del espejo.

Pablo Blanco

Unknown dijo...

Muy atún mío: Crisística, pusiste Crisística. Éramos tan jóvenes, se me pianta un lagrimón. Tenemos que juntarnos nene, yo le amo.

Mr. Horace: ¡Felíz cumpleaños a ti! ¡Felíz cumpleaños a ti!
Besos. Jan

Anónimo dijo...

Gracias hermosa :)

Anónimo dijo...

Tenes esa jodida cualidad de escribir pasares que se leen con los sentidos, se mastican con los recuerdos y se tragan con la piel de gallina.
Jodida pero hermosa tu cualidad nena, que nunca te cambie.

"me lloro de mi" se me pegó a la retina. Que lindo todo lo dicho.